La inestabilidad meteorológica determinó modificaciones productivas en los últimos años. Eso retrasa o limita las labores rurales y complica el acopio por la humedad.
MIRAMAR (Corresponsal).- La actividad agropecuaria es sin duda un bastión principal en la economía de General Alvarado y pese a las vicisitudes económicas financieras, con períodos esperanzadores u otros desalentadores para la producción, existe una realidad distinta a distritos bonaerenses donde las inundaciones de los últimos años dejaron pérdidas totales y un panorama con interrogantes hacia el futuro.
En esto tiene que ver directamente el cambio climático por condiciones propias de la naturaleza, aunque quizá se hizo poco para evitarlo desde la responsabilidad concreta de la raza humana.
“Hay rindes diversos, buenos y malos, primero la sequía fue un protagonista principal que afectó a los cultivos y luego vinieron las abundantes lluvias, casi 700 milímetros en algunos sectores de General Alvarado durante lo que va del año”, dijo a LA CAPITAL, Luis Martínez Pita, director alterno de Sociedad Rural Argentina Distrito 3.
“Se combinan dos días de lluvia y otros dos que no, entonces así es muy compleja la producción. Aún en este Partido hay soja de primera y segunda sin cosechar, el maíz en menos cantidad está aún en el campo. Eso también dificulta el acopio”, agregó
El retraso también golpea de lleno a la nueva campaña de fina, donde en muchos casos recién se está empezando a trabajar. “Hay que adaptarse a estas condiciones meteorológicas, otra no queda. Hace 30 años había tres meses para sembrar, generalmente desde mayo a agosto, todo se modificó y ese período de siembra se achicó a 40 o 45 días”, aseguró el dirigente agropecuario.
Otro de los temas recurrentes que causa quejas en las entidades rurales es el estado de los caminos vecinales. “Las calles están malas desde hace 3 o 4 años, es una situación de arrastre ya que existen pantanos viejos que en verano se secan pero quedan los pozos, no hay un arreglo profundo. Ahora no es época de hacer modificaciones, las tareas de base se tienen que hacer previo al verano donde los días son más largos”, sostuvo Martínez Pita.
“La tasa vial que en mi caso pago varios miles de pesos anuales no se retribuye en un servicio de mantenimiento. Que llueva no se puede evitar pero si hubiese una planificación seria no tendríamos que lidiar con esas incomodidades, sobre todo para los camiones que deben sacar la producción”, amplió.
Economía
Algunos movimientos y modificaciones económicas realizados por el gobierno actual, especialmente con la quita de retenciones y los vaivenes del dólar beneficiaron en cierto sentido al sector agrario, aunque el costo de los insumos que se adquieren en la moneda estadounidense y las altas tasas crediticias hacen difícil la situación de los productores menores.
“Para muchos es imposible acceder a un crédito con intereses bancarios del 45 o 50%. Repito en nuestro distrito no sufrimos tanto a comparación de otros que se ubican más adentro de la provincia, a eso debemos sumarle los fletes de acuerdo a la lejanía de puertos. Hoy se debe asegurar contra granizo y que Dios te ayude, y en el caso del girasol también contra viento. No hacerlo es casi suicida”, destacó Martínez Pita.
Política y ajuste
En el análisis económico el campo es siempre mirado con desconfianza por ciertos sectores políticos debido a ser el principal generador de ingresos, más aún con las medidas que permitieron volver a exportar quitándole las retenciones a la soja.
“Parece que muchas veces somos el causal de muchos inconvenientes, pero también los que más aportamos por impuesto a las ganancias. El déficit fiscal debe ser reducido en el gasto público de la Argentina donde hay superpoblación empleados y otros derroches. Es inviable un país con ese exceso del Estado, no se puede pensar en ser una Nación de primer mundo, cuando tenemos problemas de una tercera o cuarta”, recalcó el referente de SRA.